Archivo
La colección de documentos, revistas, objetos y todo lo que hoy puede verse es fruto del paciente y meticuloso trabajo de investigación y acumulación de Paolo Cresci, que comenzó con los familiares de su esposa Silvana, natural de Fosciandora (Lucca).
Paolo Cresci estableció posteriormente relaciones con anticuarios, frecuentando mercadillos, librerías de antigüedades, casas abandonadas, administraciones municipales de la Garfagnana, así como con los propios emigrantes retornados o sus familiares. Gran parte del material se refiere a las zonas de Garfagnana y Lucca, pero también hay documentos de otras regiones. Así pues, la colección se caracteriza por su heterogeneidad, ya que se compone de cartas, postales, fotografías originales y no originales, revistas, periódicos, libros y diversos objetos personales, testimonio de las numerosas personas que abandonaron Italia en busca de fortuna entre los siglos XIX y XX.
El objetivo prioritario de la Fundación Paolo Cresci es valorizar sistemáticamente la colección, de modo que el material del archivo sea accesible a todos, técnicos y no técnicos, con especial atención a los no iniciados; se trata de permitir a quienes lo visitan una comprensión inmediata y completa, haciéndoles partícipes de una historia que probablemente sea también la de sus antepasados y, por extensión, la suya propia. Cualquier trabajo en el archivo presuponía una catalogación sistemática del material documental; de hecho, el trabajo de reordenación de los fondos, realizado en soporte informático, ya ha concluido.
Paolo Cresci había emprendido una catalogación esquemática, pero utilizando criterios que respondían más a necesidades personales que a principios universalmente compartidos de sistematicidad y cientificidad. Por otra parte, esto es comprensible para alguien que, como él, se sentía desgarrado, por una parte, por una ardiente pasión que le impulsaba a acumular, a veces casi maníacamente, una inmensa variedad de material no homogéneo, y por otra, sentía también la necesidad de una ordenación orgánica, difícil de llevar a cabo precisamente por el gran volumen de las piezas reunidas.
Con el fin de preservar la impronta dada por Cresci a la colección, se ha decidido seguir el orden que él mismo adoptó, pero utilizando principios uniformes y analíticos con respecto a las nuevas exigencias surgidas en materia de difusión e inmediatez de la accesibilidad de toda la colección. El trabajo de catalogación no pretende ser exhaustivo ni definitivo, sino que sólo pretende ofrecer un mapa del valor cualitativo y cuantitativo real de la colección.
Para ello, se ha creado una base de datos en la que cada pieza individual se ha archivado según categorías precisas y puede consultarse continuamente mediante funciones especiales del programa.